Durante la semana recién pasada los alumnos de Cuarto Año de Enseñanza Media vivieron sus últimos días como estudiantes de la comunidad , comenzaron a despedirse de muchos años caminado por los pasillos del colegio que los vio crecer.
Nuestros estudiantes comienzan a emigrar por nuevos rumbos, llevando la luz que se encendió en sus corazones, donde cada uno de los educadores que a lo largo de los años, aportaron en su conocimiento y por la formación valórica que nuestro Instituto imprime en cada uno de ellos a través del carisma de Madre Paulina.
Uno de los momentos más significativos de esta etapa de despedidas es reunirnos en torno a la Mesa del Señor, a dar gracias por el paso de estos jóvenes y por sus familias. Dar gracias por ser testigos de su desarrollo y crecimiento, dar gracias por la confianza de los padres y madres en nuestro colegio y sobre todo dar gracias a Dios por la vida y vocación de cada uno de estos jóvenes de la generación 2021.
Han sido enviados a Iluminar el mundo con su alegría y compromiso con los más pobres, sigan el ejemplo de Madre Paulina : “Señor, haz que te sirva con corazón indiviso y alegre.”