A un mes de las elecciones presidenciales, parlamentarias y de consejeros regionales; los obispos comparten su preocupación ante el actual momento político y social en Chile, expresando que la Iglesia siempre ha estado estrechamente unida al devenir de la patria, con su palabra y su acción en favor de la paz, ofreciendo una reflexión que contribuya a encontrar caminos de entendimiento y concordia.
“Crecen entre nosotros manifestaciones de violencia. La polarización y la agresión se expresan en muchos niveles de nuestra convivencia, incluso en el trato cotidiano con los demás. Han aumentado últimamente los asesinatos y otras acciones criminales. El narcotráfico y la delincuencia ocupan amplios sectores y espacios de nuestras ciudades. La legítima protesta política se vuelve a menudo, por acción de algunos grupos, destructiva”, lamentan los obispos. Invitando a “revisar seriamente nuestra manera de convivir”, agregan que “necesitamos detener la violencia y aprender a dialogar como hermanos, habitantes todos de un mismo país y casa común y, por lo tanto, depositarios de un destino que a todos pertenece por igual”.
Sobre el escenario económico los pastores señalan que en sus consecuencias negativas siempre afectan en mayor proporción a los más pobres y a las familias vulnerables, añadiendo que la pandemia ha generado problemáticas que se extenderán por largo tiempo. “Es contradictorio que, mientras buscamos y anhelamos mayores niveles de bienestar y justicia, no construyamos desde la acción política escenarios más estables que permitan enfrentar de verdad los desafíos sociales y económicos que tenemos. Necesitamos apostar una y otra vez por el bien del país, más allá de cálculos electorales”, piden los obispos.
“Llamamos a todos a actuar con responsabilidad. Para quienquiera que llegue a gobernar el país en el próximo período, la tarea será difícil y compleja, por el contexto económico y político que vivimos, sin olvidar la presencia aún entre nosotros de la crisis sanitaria. Ahora mismo debemos cuidar las palabras que se dicen y las iniciativas que se emprenden, para no generar esa polarización que vuelve más opaco nuestro presente”, exclaman los representantes de los obispos católicos en Chile, añadiendo que ante las elecciones y proceso constitucional en curso “debiéramos estar viviendo un tiempo positivo, de propuestas y esperanzas”, agregando que “Estamos a tiempo para rectificar”.
Al concluir, el Episcopado invita a los creyentes a “orar por nuestra patria, por sus gobernantes y dirigentes, por sus instituciones y procesos políticos y sociales en curso, por cada uno de sus habitantes”, encomendando este tiempo a la Virgen del Carmen y haciendo propias palabras del papa Francisco de su Encíclica Fratelli Tutti: “Inspíranos un sueño de reencuentro, de diálogo, de justicia y de paz. Impúlsanos a crear sociedades más sanas y un mundo más digno, sin hambre, sin pobreza, sin violencia, sin guerras” y a “reconocer el bien y la belleza que sembraste en cada uno, para estrechar lazos de unidad, de proyectos comunes, de esperanzas compartidas”.
Firman esta declaración, el arzobispo de Concepción y vicepresidente de la Conferencia Episcopal, Fernando Chomali Garib; el obispo de Copiapó, Ricardo Morales Galindo; el obispo de San Bernardo, Juan Ignacio González Errázuriz; el obispo de Rancagua, Guillermo Vera Soto; además del obispo de Chillán y secretario general de la CECh, Sergio Pérez de Arce Arriagada.